Tengo entendido que cuando le propusieron a Oscar Viale la remake de Mi Cuñado aceptó hacerla pero si la re escribía. Fue una maravilla no solo por el elenco sino porque pudo apreciarse lo fina y precisa que era la escritura de Viale.
La primera versión de la comedia la protagonizaron brillantemente Osvaldo Miranda (en el papel que interpretaría, después Luis Brandoni) y Ernesto Bianco (en el que ocupó Ricardo Darín).
Un capítulo aparte es el tratamiento de la tensión sexual entre Cecilia Dopazo y Darín (sobrina y menor y tío político en la ficción, respectivamente) que tenía un tratamiento desopilante y finísimo jugando al borde y sin nunca pisar la banquina.
Vaya este recuerdo para Oscar Viale, hijo de
una tradición de la comedia argentina, hoy quizá desvalorizada por el
desconocimiento y la invasión de excelentes formatos norteamericanos que, han
sepultado nuestras propias formas de encarar el relato y el tratamiento
humorísticos no menos valiosos pero que se quedó sin renovación y tuvo en su
expresión televisiva, allá por los 80 y principios de los 90, una decadencia a
la que se sumó la partida de los capocómicos y el fin de la producción de
programas de sketchs, más allá de algunos intentos y novedades como la
aparición de Antonio Gasalla en la tele y Cha Cha.
Saludos querido Oscar Viale; otra de víctima del olvido
al que nos somete el tiempo.
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